Un trocito de mi casa

Llevo tiempo queriéndoos enseñar trocitos de mi casa, pero es difícil fotografiarla porque hay mucha luz y yo soy un desastre con las fotos (supongo que ya lo habréis notado), pero hoy quiero enseñaros dos zonas, el recibidor de la parte de arriba de la casa y el cuarto de baño de mi habitación.

Empecemos por el recibidor

Es un lugar amplio, en el que tenia claro que quería poner, casi todo lo que veis ha pasado por mis manos. Los butacones eran de mis abuelos tapizados en un raso de color rojo estridente que no me gustaba nada y la madera de un barniz color caoba que si que me gustaba pero lo que hice fue adecuarlos más a mi gusto, pintándolos de color negro mate y tapizándolos con una tela que me gustó, en blancos y negros. La mesilla simplemente la pinte del mismo color negro. Los dos cuadros grandes con colores cálidos y vivos rompen con el blanco y negro y a mi me parecen que quedan estupendos, los pinté hace tiempo y no sabia si los pondría en algún sitio o se quedarían escondidos pero al probarlos me gustaron y los coloqué. Para quedar con armonía en blancos y negros en el rincón ubiqué el cuadro que tanto me gusta del tango y que lo llamé bailando bajo mis pies y que se puede ver en la tercera fotografía, el cuadro ya mostré en una de mis publicaciones. Y así está mi recibidor.

Y ahora vamos con el cuarto de baño

Es un cuarto de baño espacioso y muy luminoso, de ahí que las fotos no sean muy buenas. Da justo a mi solarium que se puede ver a través del cristal, es ideal para tomar el sol a partir de media mañana y hasta por la tarde. Os preguntareis si me pueden ver los vecinos, a lo que tengo que decir que no, ya que el tejado que se ve por la ventana de la segunda fotografía es mi estudio, y el ventanal es de cristal ahumado, por lo que yo puedo ver pero a mi no me pueden ver, por si a algún vecino le da por espiar.
Espero que os haya gustado, porque a mi me encanta y es una gozada disfrutar de él.

Me quedan por hacer un montón de cosas, pero bueno...poquito a poco que no tengo tiempo ni para mirarme al espejo.